GLADYS LAPORTE, LA ABUELA CUENTA-CUENTOS

24 de marzo de 2010 — CON MOTIVO DE LAS FIESTAS PATRONALES EN HOMENAJE AL BUEN JESUS DE PETARE, SE REALIZO UNA EXPOSICION EN EL MUSEO DE PETARE, BARBARO RIVAS, EN DONDE TUVO PARTICIPACION LA GRAN CUENTA CUENTOS Y PATRIMONIO CULTURAL DEL ESTADO MIRANDA, GLADYS LAPORTE. REALIZADO POR: EDUARDO HERNANDEZ P.N.I.: 5.909 MUNICIPIO SUCRE, ESTADO MIRANDA, VENEZUELA 03/2010

SÍGUEME EN GOOGLE BUZZ

lunes, 31 de mayo de 2010

TÍO TIGRE Y TÍO CONEJO SALEN DE VACACIONES



TIO TIGRE Y TÍO CONEJO SALEN DE VACACIONES

Cuento de Gladys Laporte, La abuela Cuentacuentos de Guarenas-

Tío Conejo llegò una tarde muy cansado a su madriguera; había estado arrancando zanahorias en el huerto de Tío Zorro y las tuvo que meter en un saco y luego montarlo en un burro, que las llevará mañana al mercado.
Por este trabajo Tío Zorro le pagaba con medio saco de zanahorias y el desayuno y el almuerzo; que preparaba Tía Zorra. Después de tomarse un guarapito caliente y comerse un golfiao, Tío Conejo se sentó en la puerta de su casa a ver pasar a todos los que llegaban de su labor, bien cansados también y se quejaban del duro trabajo que habían tenido que desempeñar.
Al rato apareció Tío Tigre todo aporreado, porque estuvo cargando rolos de madera para ayudar a los castores a construir un puente, estaba tan exhausto que ni hambre tenía, así es que se sentó ahí mismito a dos pasos de Tío Conejo y comenzó a contarle lo que había estado pensando:
.-Tio Conejo ¿Que tal si nos vamos de vacaciones a un lugar diferente? He estado pensando que si nos reunimos los habitantes del bosque, entre todos podemos hacer un buen paquete y todo nos saldría más barato.¿Que le parece?
-Me parece muy bien Tío Tigre, necesitamos un descansito-¿Pero adónde iríamos?
-Bueno, Tío Conejo eso lo someteríamos a votación, el lugar que saque más votos a ese iremos.
-¡Que chévere, Tio Tigre, vamos a avisarles a uno por uno!
-Si, tenemos que convencerlos de que eso es lo mejor.
Tío Tigre y Tío Conejo siguieron conversando de sus cosas y se mantenían en muy buena armonia aparentemente; pero cada uno estaba pensando en como embromar al otro, Tío Tigre en como comerse a Tío Conejo y éste en como escapar de las garras y mandibulas del otro.
Tío Tigre y Tío Conejo se despidieron acordando reunirse el próximo sábado con los demás habitantes del bosque para planear lo que habían pensado.
Por fin llegó el sábado y todos se reunieron con mucha alegría y algarabía, pues estaban muy entusiasmados con la excursión que prepararían.
Tío Tigre como organizador del evento les ordenó hacer silencio y les pidió que se reunieran por grupos de donde querían ir, por ejemplo: los del campo, los de la montaña, los de la playa, los del lago etc y al final votarían por un lugar y el que tuviera más votos para ese iban a ir todos.Tío Conejo era el encargado de recoger los votos en una marusa, se votaría con trocitos de palo, hojas flores, piedras y frutas.
Se dio inicio a la votación y todos fueron pasando detrás de una sábana que para tal fin se había acomodado entre dos árboles.
Todo el mundo votó, pero al final cuando contaron los votos casi no había frutas, fue que Tío Conejo a medida que caían al saco se las iba comiendo. La opción que más votos ganó fue la de los trocitos de palo, que eran de la playa, todos aceptaron y desde ese momento comenzaron a preparar el viaje. El mar quedaba al otro lado del bosque y tendrían que caminar todo un día para llegar, así es que sacaron la cuenta: Un día para ir y otro para venir, tres días para bañarse en la playa, total: cinco días, es decir una semana de trabajo, tendrían que arreglar todo para irse tantos días. Cada uno se fue a su casa imaginando lo que iría a hacer para poder vacacionar.
Al fin llegó el ansiado día en que partirían y bien tempranito se reunieron en el peladero. Allí estaban todos con sus bolsos de ropa y de comida,cada uno con lo que le gustaba, porque por ejemplo Tío Caballo come avena y afrecho, Tío Conejo grama y zanahorias, la tortuga lechuga y pimentón, el morrocoy come frutas y Tío Tigre carne cruda, así es que cada uno llevaba su avío particular, aunque Tio Zorro era del parecer que todos comieran pescado ya que iban al mar, pero esa moción no fue aceptada sino por Tía Zorra y la pareja de Tíos Gatos. Así es que a las siete todos partieron, pero surgió un problema de última hora, Tío Morrocoy, Tía Tortuga y Tío sapo, caminaban muy lento y no iban a la par del grupo, entonces Tío caballo y Tío Burro se ofrecieron para llevarlos cargados en sus lomos y así sucedió. Tío Caballo se montó a Tía Tortuga y y a Tío Sapo y el burro a Tío Morrocoy.
Ya en camino iban cantando y hablando todos al tiempo, casi no se entendía lo que decían, porque Tío Gallo cantaba ¡Kikirikí!, Tía gallina cacareaba: ¡Cocorocó!, Tío Caballo relinchaba: ¡JIJIJIJI! Tío Burro rebuznaba: ¡IJOIJOIJO! Tío Sapo croaba: ¡Croac Croac! y Tío Morrocoy que solo silba muy bajito: ¡Sssssssssss! estaba muy asustado, porque a cada corcoveo de Tío Burro parecía que se iba a caer.Tía Boa tambien silba pero como soplando: ¡fuuuuuufuuuuffuuuu! A eso le dicen bajeo.
Atravezaron el bosque y a eso de las cinco de la tarde, llegaron a la orilla del mar. Los animales se dispusieron a abrir sus carpas y arreglar sus camas para descansar del largo viaje. Tío Tigre que era el Jefe buscó un árbol que no fuera muy alto y se encaramó, también Tío Gallo y Tía Gallina, se encaramaron en otro arbolito, pero bien lejos de Tío Tigre; por si acaso, La Tía Gata y el Tío Gato, se subieron al mismo árbol de Tío Gallo y Tía Gallina, pero del otro lado, porque no es bueno meterse debajo de las gallinas, ustedes saben, por lo que pueda pasar. Tío Conejo, Tío Morrocoy y Tía Tortuga abrieron un hueco en la arena y allí se metieron. Tía Boa se enrolló en una palmera. Tío Mono y Tía Mona subieron a la misma palmera pero bien arriba al lado de los cocos. Tío Sapo se metió en un hojarasquero y enseguida se durmió. A eso de las siete de la noche solo se escuchaba un tremendo ronquido ¡ZZZZZZZZZZZZZZZ!
Al día siguiente bien temprano se levantaron a hacer el café y cada uno se desayunó con su comida favorita. Yo que estaba viendo todo de lejos me comí una arepa con una lata de sardinas y una taza de guarapo caliente, porque cuando uno se va a bañar en el mar, no se puede comer mucho. Bueno todo era graciosísimo sobre todo ver a Tía Gallina, a Tía Mona y a Tía Tortuga, en traje de baño y todas empatucadas de bronceador y protector solar. Tío Burro les pidió un poquito porque no deseaba quemarse su gran naríz. Tío Conejo tenía ganas de pedirles también, pero le daba pena y se puso su traje de baño rojo. Los Tíos Gatos no se bañaron porque a ellos no les gusta el agua; solo observaban el paisaje y se bronceaban al sol. Tío Tigre se metió un ratico y luego se salió, porque le picaba la arena en el traje de baño rallao, pero sobre todo no dejaba de maquinar como comerse a Tío Conejo este pensamiento no lo dejaba dormir bien.ueno, esos animalitos del monte gozaron un puyero, revolcándose en las olas, había unos que sabían nadar y se metían para lo hondo, pero la gran mayoría se quedó en la orilla y allí en donde estropea más la ola. Miren, la Tía Tortuga, El Tío Sapo y Tío Morrocoy dieron el gran espectáculo nadando como peces, también la Tía Boa se lució y se prestó para montar en su lomo a los niños y era como un gran salvavidas que los correteaba por el mar. Lo más maravilloso ocurría de noche, hacían una fogata y se reunían alrededor de ella y allí los más viejos contaban cuentos e historias de otros tiempos y los más jóvenes cantaban y declamaban.
Pero lamentablemente todo llega a su fin y los animalitos prepararon el regreso a casa. Todos quemados, cansados y tristes por tener que dejar la diversión, pero las vacaciones no pueden durar toda la vida y hay que ir a trabajar de nuevo, hasta el año próximo.
Agarraron el camino de vuelta, pero no tenían ganas de cantar, todos venían muy callados recordando los preciosos momentos que habían vivido.
Tío Tigre seguía pendiente de Tío Conejo y se daba cuenta de que éste estaba muy cansado, en una de esas le dijo a Tío Conejo:
-¡Epa Tío Conejo! ¿Le importaría montarse en mi lomo para llevarlo a su casa, ya que está tan cansado?
- Muchas gracias Tío Tigre, pero prefiero caminar con los demás, aún no estoy viejo y usted sabe que yo camino muy rápido. Pero Tío Conejo pensaba:
- ¡Bacié sapo! que me voy a montar en el lomo de Tío Tigre, ¡Ni que estuviera loco.Noooo!
- Ah Bueno Tío Conejo, usted se lo pierde, sólo le iba a dar la colita.¡Desagradecido!
- No Tío Tigre, precavido, precavido no más. Y seguía pensando:
- Ir tan cerca de Tío Tigre, ¿A ver si aprovecha y me come?¡Que va Oh!
Pero Tío Tigre no se daba por vencido y seguía caminando al lado de Tío Conejo a ver que podía hacer para comérselo, pero no delante de todos porque le caerían encima, ya que se hacía pasar por amigo.
Tío Conejo se quedaba atrás a propósito y en una de esas se desvió del camino y se metió por el monte para esconderse.
Tío Tigre estaba intrigado porque no veía a Tío Conejo y se devolvía entre los caminantes a preguntar por él, pero nadie sabía donde se encontraba. Tío Conejo iba al ladito de todos pero por el hojarasquero para quitarse de la vista de Tío Tigre, por si acaso.
De esta forma logró Tío Conejo burlar de nuevo a Tío Tigre evitando que se lo comiera. Y colorín colorao, este cuento se ha acabao

1 comentario:

Anónimo dijo...

Escriba otro cuento de Tío Tigre y Tío Conejo que este me gustó mucho.

MIS PINTURAS