De: Gladys Laporte
PATI LA RECOGELATAS
DE
GLADYS LAPORTE
PERSONAJES:
PATI LA RECOGELATAS
YULFRA
LOS REPORTEROS
INDIGENTE I
INDIGENTE II
ESTUDIANTE
LA OBRA SE DESARROLLA DEBAJO DE UN PUENTE EN UNA CIUDAD.
DOS INDIGENTES SE VEN AL FONDO DEL ESCENARIO, HABLANDO ALBOROTADOS,
PUES LLEGÓ UN EQUIPO DE REPORTEROS CON CÁMARAS Y GRABADORAS, PARA REALIZAR UN REPORTAJE A LAS PERSONAS QUE HABITAN BAJO LOS PUENTES DE LA CIUDAD.
EL DECORADO:
DOS COLUMNAS QUE SEMEJAN LA SITUACIÓN DE LA ESCENA DEBAJO DEL PUENTE. PIEDRAS GRANDES, BLANCAS, RUMOR DE UN RIO Y DE CARROS, CORNETAS, BULLICIO DE GENTE, DIFERENTES MÚSICAS, GRITOS DE VENDEDORES. CUANDO LA REPORTERA DESCIENDE BAJA LA INTENSIDAD DEL RUIDO. AL FONDO UNA PARED DE CARTÓN O TABLAS RECUBIERTAS DE PERIODICOS, SE OBSERVA UN JUEGO DE DORMITORIO, CAMA, ESCAPARATE Y DOS MESAS DE NOCHE, UN RADIO REPRODUCTOR, VARIOS LIBROS, REVISTAS, CORTINAS Y MOSQUITERO ARRIBA DE LA CAMA. A LA DERECHA UN FOGÓN CUATRO BLOQUES CON UNA LATA DE MANTECA ENCARBONADA, UN PIPOTE PARA AGUA Y DOS CAJAS DE PLÁSTICO DONDE SE TRANSPORTA LECHE QUE HACEN DE SILLAS.
ESCENA I
SE DESTACAN DOS HOMBRES INDIGENTES QUE CAMINAN HACIA EL CENTRO DEL ESCENARIO, CONVERSAN EN VOZ ALTA.
INDIGENTE I: (COMO ESCONDIENDOSE) ¿Qué pasa allá arriba que hay ese gentío?
INDIGENTE II: (ASOMA LA CABEZA Y LA ESCONDE) ¡Guá! Dizque vienen de la televisión y de la universidad a hacernos un reportaje para investigar como vivimos.
INDIGENTE I: ¿Y eso pá qué? ¿Nos va a traé algún beneficio?
INDIGENTE II: ¿Beneficio? ¡Que va! ¡Esos son puras güevonás para averiguale la vida a uno! “Una pila é sin oficio”.
INDIGENTE I: ¡Pintémonos de colores pá que no nos vayan a coger de carne é cañón! ¡Que va ó! ¡Epa! ¿Esa que viene allí no es doña Pati?
INDIGENTE II: “La misma que viste y calza” ¿Se dejará agarrá?
INDIGENTE I: ¡Ya se jodió!
SE ESCUCHA MÚSICA CAÑONERA QUE SE DIFUNDE DE UN WOLKMAN QUE LLEVA PATI EN UN BOLSILLO DEL MONO MUY USADO QUE VISTE. CALZA ZAPATOS DE TENNIS USADOS, UNA GORRA, UN KOALA A LA CINTURA DONDE LLEVA UN CELULAR, TARJETAS DE CAJERO AUTOMÁTICO. TAMBIÉN ARRASTRA UNA BOLSA QUE CONTIENE LATAS VACÍAS.
UN GRUPO DE CUATRO JÓVENES REPORTEROS ASEDIAN A LA RECOGELATAS QUE VIENE LLEGANDO A SU LUGAR DE HABITACIÓN Y COMIENZAN A INTERROGARLA.
ESCENA II
JÓVENES: (TODOS JUNTOS ASEDIAN A PREGUNTAS A PATI) ¿Como se llama? ¿Por qué vive aquí? ¿Do0nde está su familia? ¿Puede respondernos las preguntas?
UN REPORTERO GRÁFICO ENFOCA A LA RECOGELATAS Y DISPARA UN FLASH.
PATI: (SE COLOCA LAS MANOS FRENTE A SU ROSTRO EVITANDO LA FOTOGRAFÍA, EMPUJA CON EL PIÉ LA BOLSA DE LATAS) ¡Ah no! No quiero fotografías ni video tape. Si quieren que les cuente todo,¡No me retraten! Cual vedette le huyo a los papparazzi. Pero entrevista si acepto ¿A ver?
ESCENA III
JOVENES: (ACCEDEN TODOS JUNTOS PREGUNTANDO A LA VEZ) ¿Cómo se llama? ¿Dónde duerme? ¿Cuánto gana?
PATI: (MOVIENDO LAS MANOS EN FORMA NEGATIVA FRENTE A SU CARA) ¡Que va! ¡Todos juntos no! Que yo no soy Chávez, a quienes ustedes “Le caen como cochino al agua é maíz” ¡Le contestaré a uno solo! ¡El que quiera que baje!
YULFRA: (PREGUNTANDO UN POCO TÍMIDA) ¡Señora! ¿Permite que baje yo?
PATI: ¡Si, como no! ¡Baje! ¡Baje!
ATENTA LE EXTIENDE LA MANO PARA AYUDARLA A DESCENDER Y LA INVITA A SENTARSE EN LA CAJA PLÁSTICA. AMBAS SE SIENTAN.
ESCENA IV
YULFRA: ¡Señora! ¿Cómo se llama?
PATI: ¡Yo? Patricia Pérez, para servirle a Dios, a usted y a la Patria.
YULFRA: Dígame una cosa ¿Cuántos años tiene?
PATI: Tengo setenta años.
YULFRA: ¿Es feliz en ésta vida?
PATI: Si soy feliz o no; no sé que contestarle.
YULFRA: Intente.
PATI: Te voy a decir una cosa ¿Qué carajo vienes tu a hacer aquí?
YULFRA: (SORPRENDIDA) ¿Cómo?
PATI: ¿Qué te interesa la vida mía?
YULFRA: (ALTERADA) ¡Señora!, ¿Por qué me trata en esa forma? ¿No me invitó a bajar?
PATI: (HACIENDOSE LA INDIFERENTE) ¡Yo no te invité! ¡Que conste! ¡Tú te ofreciste a bajar!
YULFRA: ¿Cómo es que no sabes si es feliz o no?
PATI: Si soy feliz o no, tengo como compararlo, en los años que tengo he hecho lo que me ha dado mi gana, he vivido y sigo viviendo. Por eso les digo que no sabría decirle. No se lo que es ser feliz o infeliz. ¿Me entiende?
YULFRA: Señora no entiendo nada ¿No se ha casado nunca?
PATI: ¡Nunca! No tuve riñones pá echarme esa vaina (SE SOBA LAS CADERAS PONIENDOSE DE PIE) Pá soporta a alguien que me mandara como amo, me gritara como a esclava, me obligara a cachifear, y pá complemento “Me montara los cuernos”. ¿Y tú? ¿Cuántas veces te has casado?
YULFRA: Una vez nada más, pero ese no es el tema, ¿No tuvo hijos?
PATI: ¡Propios no! No me gustan los muchachos, no tengo espíritu de madre y viendo como se comportan ahora, mas me alegro de no haber parido. Pero no me escurras el bulto, contesta.
YULFRA: Estoy recién casada.
PATI: ¿Luna de miel?
YULFRA: No, acabó hace dos años.
PATI: Lo dicho, luna de miel ¿Le has puesto los cuernos?
YULFRA: ¿Y sus padres? No tengo porque contestarle eso.
PATI: Padre y madre, pero murieron cuando era muy niña aún, me terminaron de criar mis hermanos. Tú si debes tener padres, pareces de muy buena familia.
YULFRA: ¡Si, muy buena! ¿Tiene hermanos? ¿Dónde?
PATI: ¡Si, dos! En Chivacoa Edo. Yaracuy. ¿Y tus hermanos donde están?
YULFRA: Soy hija única, pero nos volvimos a salir del tema, es usted y no yo, recuerde eso ¿Porqué no está con ellos?
PATI: Porque a los catorce años ahuequé el ala y me volé con un gandolero, que iba pá ciudad Bolívar. Allá trabajé con los mineros, y tuve mucha plata y una buena casa, logré juntar buenas pepitas de oro ¡Mira mija! ¡Párame ese carro ahí! ¿Tú quieres saber como es mi vida?
YULFRA: ¡Claro doñita, a eso vine! Necesito hacer un reportaje para mi tesis de grado ¿Sabe su familia donde vive usted y lo que hace?
PATI: (PÍCARA) ¡Mija! ¡Dando y dando! Yo no voy a hacer ninguna tesis, pero también quiero saber ¿Cómo vives? ¿Qué haces?
YULFRA: Vivo y hago lo que hace una persona común y corriente.
PATI: Te voy a decir una cosa, tú no sabes nada de lo que es vivir, porque esos zapatos y esa cartera de marca que no son de ¡Todo a mil! No son para andar por estos andurriales.
YULFRA: (ALTERADA) ¡Pero señora, ese no es el tema, yo soy la reportera!
PATI: ¿Y…? Yo soy la entrevistada ¿No es así? ¿Cómo te llamas? Veo por ese anillo de Cartier, que eres casada, y con un tipo de billete ¿Tienes hijos? ¿Qué haces? ¿Eres feliz?
YULFRA: Pero… ¡Yo soy la reportera! Es usted la que debe…
PATI: (ENOJADA) ¿Debo? ¡No le debo nada a nadie! ¡Ya sabes! ¡O me respondes o te vas! Palo por palo no es trampa ¡Ese es el trato!
YULFRA: (EVASIVA) Doña Pati ¿Nunca vienen a verla? ¿No va para su casa?
PATI: ¡No te hagas la bolsa chama! ¡Dando y dando! ¿OK?
YULFRA: (ACCEDIENDO NO MUY GUSTOSA) ¡OK! Doña Pati. Me llamo Yulfra Queiroz. Soy estudiante de periodismo. Pero respóndame ¿Nunca va a ver a sus hermanas?
PATI: A veces voy a verlas una vez cada tres o cuatro años, cuando me pega la nostalgia (HACE LA MÍMICA DE ECHARSE AGUA POR ENCIMA) Me baño, me hago un buen peinado (COQUETA SE PASA LAS MANOS POR LA CABEZA) En la peluquería, me calzo unos buenos zapatos y llevo la cartera (UNE LOS DEDOS EN SEÑAL DE MOSTRAR GRAN CANTIDAD DE DINERO) ¡Full de billetes! Entonces ellas piensan que vivo con un magnate (ASUME ACTITUD DE POTENTADA ALZANDO LA CABEZA Y MOVIENDO EL CUERPO HACIA LOS LADOS) ¿Y tú? cuéntame algo de tu familia.
YULFRA: Son descendientes de italianos y tienen buenos negocios. Pero ¿Dígame abuela? ¿Cómo hace para conseguir dinero?
PATI: 0 ¡Con mi trabajo! ¡Coño! ¡Párame esa vaina ahí! ¡No vuelvas a llamarme abuela! ¡No soy abuela de nadie! ¡Carajo! ¿Qué de donde consigo real? ¡Con mi trabajo! Recojo latas, me las pagan muy bien y toda la plata la agarro, la meto en el banco. ¿Y tu familia tiene mucho real? ¿Y tú marido? ¿También es rico?
YULFRA: Mi familia y la de mi marido tienen mucho dinero, con nuestra boda se unieron las dos fortunas y tienen un gran poderío económico. Pero… (BAJANDO LA CABEZA TRISTEMENTE) Yo no tengo nada que ver con eso.
PATI: ¿Por qué te has puesto tan triste? No concuerda que teniendo tanto dinero te veas de pronto tan deprimida. ¿Qué es lo que pasa? El tipo que se casó contigo debe ser muy afortunado, con una muchacha como tú.
YULFRA: ¡Por supuesto que sí! ¡Bien afortunado! ¿Tanto! Que ni siquiera tiene que trabajar (RIENDO SARCÁSTICA) ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
PATI: ¡Te fijas! ¡Ya sabía yo! Que debajo de esa chaqueta de Verssacce y el pantaloncito Armani se escondía una infeliz jovencita que pretende averiguar las amarguras ajenas.
YULFRA: Abuela, yo soy feliz, pronto me voy a graduar como periodista. Tengo un buen empleo, soy joven y tengo muchos amigos.
PATI: ¡Pero no me has dicho nada de tu matrimonio! ¿Es acaso esa la pata que te cojea? ¿No me has contestado si tienes hijos?
YULFRA: ¡Caramba abuela! ¡La entrevistada parezco yo! ¡Que diría mi profesor si me viera! No abuela, aún no tengo hijos. Estoy esperando tener mi casa propia y resolver mi problema con mi marido.
PATI: ¿Y es que vives debajo de un puente como yo?
YULFRA: No precisamente, sin embargo tengo menos libertad y privacidad que usted.
PATI: Yo en el hueco bajo el puente, hago lo que me da mi gana, nadie me da órdenes. Y pa viví con un “piaso é vaina” mejor no me caso.
YULFRA: Pati yo vivo en una casa muy grande, muy rica y lujosa, pero en ella me siento enjaulada.
PATI: ¿Por qué?
YULFRA: ¡Ay, Pati! Esa gran casa es de mis suegros. También son italianos y tienen una forma de pensar muy diferente a la mía.
PATI: ¿Y tu marido? ¿Por qué no te busca casa? ¿No hace nada por ti?
YULFRA: ¿Ese manganzone? Se pasa la mañana en el club, juega tenis, nada en la piscina al mediodía, hace spinning en la tarde en el gimnasio y en la noche me monta cachos con todos y todas las vagas como él.
PATI: ¿Todos y todas? ¡Ah ¡ Ya comprendo! ¿Por qué te casaste con él? ¿No conocías sus debilidades?
YULFRA: Son costumbres de las familias del sur de Italia. Desde que nacimos nos comprometieron.
PATI: ¡Vacié sapo! Menos mal que aquí no se usa eso. ¡Viste! ¡Viste! ¡Por eso no me casé ni me casaré nunca! Y el dinero ¿Te lo pichirrean?
YULFRA: Ay PATI! Usted sabe como es esa gente, yo me mantengo con mi trabajo, no le pido nada a nadie.
PATI: ¡Igualito que yo! Vendiendo mis latas consigo mis reales ¡Mira! ¡Mira! (SACA DEL KOALA LAS TARJETA DE CRÉDITO Y DEL CAJERO AUTOMATICO) ¡Mira mis tarjetas del cajero automático!
YULFRA: (ABRE LA BOCA Y SE PONE BIZCA) ¡No lo puedo creer! ¡Eso no puede ser cierto! ¡Usted esta tratando de engañarme señora!
PATI: ¡Te engañas tu sola mija! La que no es de este ambiente eres tú, con esos zapatos y esa cartera, las marcas las he visto en las revistas (MUESTRA EL CELULAR QUE SACA DEL KOALA) ¡Mira! ¡Mira! Mi celular. ¡No es prepagado! (CIERRA EL PUÑO DE AMBAS MANOS) Porque si hay una cosa que me Arreche es que la gente me diga: ¡Ay no puedo llamar porque no tengo saldo! ¡Entonces para que coño tiene celular!
YULFRA: ¡Señora usted no pertenece a este ambiente! ¿Qué es lo que trata de hacerme creer?
PATI: ¡Mira mija! Yo no trato de hacerte creer nada. Cree lo que quieras.
YULFRA: ¡Abue, este, perdón! Doña PATI. ¿Y, sus familiares no han venido a visitarla nunca?
PATI: ¡Hum! Pero que vaina la de la carajita chico, que empeño, si no es abuela es doña, dime simplemente PATI… ¡Si! Sí claro que han querido venir, claro que han querido visitarme.
YULFRA: ¿Y donde los recibe señora PATI? ¿No los meterás debajo de este puente?
PATI: El año pasado vinieron dos sobrinas a buscar cupo en la universidad y las alojé en un buen hotel. En el centro de la ciudad. ¡Porque yo! ¡Mija! Cuando voy a visitarlas me quedo en un hotel (TOCANDOSE EL PECHO) ¡Porque yo no le echo vaina a nadie para que nadie me eche a mí!
YULFRA: ¡Pero bueno! ¡PATI! Siendo una recogelatas ¿Por qué le gusta darse importancia de esa manera? ¿Y que dicen sus hermanas? ¿Saben en lo que usted trabaja? ¿No le hacen falta?
PATI: (SE ENCOGE DE HOMBROS) Ellas no saben nada de lo que yo hago. No te dije que las veo de vez en cuando, esas visitas no me dejan nada. Me llenan de decepción, porque esas mujeres viven en un solo rollo, hablando mal de los maridos, como tú. Y de los hijos desalmados.
YULFRA: (MUY INCISIVA) ¡Yo no hablo mal de mi marido! ¡Solo le dije la verdad! Por eso es que no quería involucrarme en esta charla con usted.
PATI: ¡Mija pero no te disgustes!
YULFRA: No es disgusto. Sino que nos salimos del tema.
Ese no es motivo para alejarla de sus hermanas.
Todas las mujeres en este país hablan mal de sus maridos y de sus hijos. Tiene que haber otro motivo.
PATI: (HACIENDOSE LA DESENTENDIDA, COMO QUE NO ENTENDIÓ EL COMENTARIO) ¡Trabajan y trabajan! ¡Y no tienen un Carajo! Llevan muy mala vida, no saben disfrutar lo que tienen, solo gastan y gastan y nada les satisface. Últimamente viven enculillados con lo de los secuestros Express, porque ellos están bien acomodados, tienen la hacienda que nos dejaron los taitas.
YULFRA: ¿Y usted no tiene parte?
PATI: Si, pero se la voy a dejar a la sobrina que más me agrade, junto a una platica que tengo ahorrada, pero no se lo voy a decir todavía, no vaya a ser que me este deseando (SE PASA EL DEDO POR ELCUELLO) que me vaya demasiado pronto para el otro mundo.
YULFRA: ¿Y como le fue con los hombres? ¿Alguna vez quiso a alguno?
PATI: (COQUETA) ¡Ay! Señorita ¡A muchos! Me amaron y los amé hasta que duró el amor, después ¡Chao pescao! ¡Si te vi no me acuerdo! (HACE MÍMICA DE DESPEDIDA) ¡Fueron muy buenos raticos! No me dieron mala vida, al contrario, me dieron muy buenas cosas. ¿Y tú? ¡No tienes algún amante por ahí! ¿Amas a alguien?
YULFRA: ¡Prefiero no contestarle! Pati, por favor conteste:
¿Entonces si tuvo marido?
PATI: ¡Me estas escurriendo el bulto! ¡Acuérdate del pacto! Me contestas y te contesto.
YULFRA: (APAGA LA GRABADORA) ¡Esta bien! Le diré algo que no le he contado a nadie jamás, hace un año me involucré con un hombre al que amé y creí que me amaba, al final resultó ser un narcotraficante y estafador, no estoy presa con él, porque tuve un aborto y estaba de reposo, el día que lo apresaron.
PATI: ¡Coño mija! Todo lo que tenías guardado bajo esa chaquetita, te fijas de algo te sirvió, ¡Bueno, bueno!
YULFRA: (SE LEVANTA DE LA CAJA, SE COLOCA LAS MANOS EN EL ROSTRO Y SOLLOZA) ¡Nunca debí haberle contado esto!
PATI: Por mi no te preocupes que no diré nada… Contenta estoy que me hayas tenido esa confianza.
YULFRA: Discúlpeme Pati. (TOMA DE NUEVO LA GRABADORA Y SE SIENTA) Sigamos con la entrevista. Entonces ¿Si tuvo marido?
PATI: Marido, marido, como quien dice la cosa no, porque ellos nunca vivieron bajo mi mismo techo. Eran viajeros (MÍMICA DE IR Y VENIR CON LAS MANOS) Que iban y venían.
YULFRA: ¿Nunca volvió a saber de ninguno?
PATI: Uno se murió y me dejó un hijo, pero de otra mujer. El otro un minero de El Callao que me trajo un muchachito (MÍMICA PARA DEMOSTRAR TAMAÑO DE UN NIÑO) Diciéndome que se le murió la mamá y que lo vendría a buscar ¡Todavía lo estoy esperando! (Y SE SIENTA DE NUEVO) Sentaá!
YULFRA: ¿Y que pasó con esos niños Pati? ¿Esos son los que me dijo que no eran propios?
PATI: ¡Los mismos! ¡Umjú! Los eduqué, los interné en un buen colegio. Uno es Ingeniero y el otro Abogado.
YULFRA: ¿Y no la reconocen como madre? ¿No se ocupan de usted?
PATI: (DE UN BAÚL, SACA UNAS FOTOGRAFÍAS ENMARCADAS EN UN PORTA RETRATOS Y SE LO MUESTRA A LA REPORTERA. SENDAS LÁGRIMAS BROTAN DE SUS OJOS) ¡Ay mija! Si no reconocen a sus propias madres que los han parido ¡Que van a reconocerme este par de carajos! ¡Mira, mira! Estas son sus fotos.
YULFRA: (LA REPORTERA VIENDO LA SITUACIÓN DE PATI, SIENTE UN NUDO EN SU GARGANTA, COLOCA UNA MANO SOBRE SUS HOMBROS DICIÉNDOLE) ¡Ya sabía yo que había algo más en esta filosofía tan cínica de vivir esta vida! Es imposible que un ser humano no le importe el olvido y el desprecio de los que ha criado. ¿Saben ellos de usted?
PATI: (SOLLOZANDO) ¡Que van a saber de mí!
YULFRA: ¡Y usted! ¿Sabe de ellos?
PATI: Yo si sé donde están, y sé donde trabajan, ellos me ignoran totalmente ¡Jamás se han preocupado de mí! Porque cuando se casaron cada uno cogió su camino, todos los días le doy gracias a Dios que no parí. (SOLLOZA) ¡Chica cámbiame el tema! ¿No toques ese vals! ¡Cierra ese piano!
YULFRA: (ESCUDRIÑANDO AÚN MÁS EL LUGAR) ¿Señora Pati no le da temor dormir así a la intemperie con esas gentes extrañas? ¿Con la inseguridad reinante ahora en el país?
PATI: ¿Cuál inseguridad muchacha? ¿Cuándo este país ha sido seguro? He vivido ya tres repúblicas y siempre la misma vaina. ¿Extrañas mis gentes? Toda esa gente son mis hermanos, comemos juntos, dormimos juntos, nos cuidamos unos a otros; y sobre todo (SEÑALANDO) No hablamos mal del gobierno, no hacemos manifestaciones reclamándole las pensiones de jubilados.
YULFRA: (ASQUEADA) ¿Cómo usted con esa inteligencia que demuestra, soporta a esa gentuza, que son una carga para la sociedad?
PATI: ¿Carga nosotros? ¡No nos metemos en la vida de nadie! A nadie le pedimos nada (MÍMICA DE COMER) Comemos como reyes, unos tronco de sancochos que todos preparamos en comandita y algo muy importante No nos quejamos de nada! ¡ Vaya que me estas resultando sifrina!
YULFRA: No soy ninguna sifrina. Piense ¡Eso no es formar parte de una sociedad! ¡Es vivir al margen de ella!
PATI: ¡Pero no es culpa de nosotros!
YULFRA: ¡Nadie los obliga a vivir así! Por lo menos usted lo hace libre y conscientemente.
PATI: ¿No te parece bien, como llevamos nuestra vida? Si hace frío prendemos candela en los pipotes, si hace calor nos soplamos con cartones, si empieza a llover, montamos los corotos en las cajas de leche bien altas. Tú sabes por si acaso sube el río. Pero es difícil porque está embaulado.
YULFRA: ¡Hay señora, de verdad que la admiro! ¡Yo me moriría de tener que vivir así, en la calle!
PATI: ¿Quién te dijo carajita que yo vivo en la calle?
(HALA A LA REPORTERA POR LA MANO)
ESCENA V
LUZ CENITAL FUERTE EN EL LADO DERECHO DEL ESCENARIO ILUMINA UNA HABITACIÓN CON UNA CAMA, UN ESCAPARATE, UNA BACINILLA, SOBRE LA CAMA GRAN CANTIDAD DE MUÑECOS DE PELUCHE. UN RADIO REPRODUCTOR EN UNA MESITA DE NOCHE, UNA GRAN CANTIDAD DE REVISTAS Y LIBROS. ZAPATOS EN CAJAS. VESTIDOS COLGADOS EN LA PUERTA DEL ARMARIO.
PATI LLEVA DE LA MANO A LA REPORTERA HACIA LA IMPROVISADA HABITACIÓN, ABRE LA PUERTA Y COMIENZA A MOSTRARLE SUS PERTENENCIAS. LA LUZ FUERTE SE VA DIFUMINANDO SE LAVANTAN LAS DOS MUJERES Y POR EL LADO DERECHO DEL ESCENARIO CAMINAN HACIA EL CUARTO.
PATI: ¡Ven! ¡Ven! ¡Para que veas mi cuarto! (PAUSA CORTA Y ABRE LA BOCA) ¡Mira! ¡Mira! Mi colchón y el box spring, son SWEET DREAM, las almohadas antialérgicas, ¡Mira pá cá! (SE AGARRA LA BLUSA) Mi bata de levantarme y mi dormilona son VAN RAALTE y mis pantaletas LEONISA, también tengo tres buenos vestidos y tres pares de zapatos finos. Los compré en el MERCOSUR de El Cementerio y y y y y y (ALARGA LA FRASE) mis sábanas y mis cortinas son importadas de Colombia, ¿Ves? Las columnas del puente son tres y hacen las paredes de mi pieza, la pared del frente es de madera y tiene su buena puerta, lo que pasa es que la forré con papel periódico por fuera para no llamar la atención.
YULFRA: Pero ha criticado las marcas de mi ropa desde que llegué y veo que a usted, también le gusta lo bueno ¡Y tiene televisor y todo!
PATI: ¿Y que te has creído? Televisor, ventilador, y equipo de sonido ¡Muchacha! Si gusta se queda aquí conmigo. Ves mis revistas, Hola y Con Clase. Las recojo los sábados cuando botan las basuras en las urbanizaciones de los ricos. Conozco a toda la realeza de Europa y a todos los artistas famosos. Y las buenas marcas, como tu chaqueta de Verssacce, tu cartera de Gucci y tus sandalias de Paolo Ricardo, además tus prendas de Cartier.
YULFRA: Pati, usted no deja de sorprenderme cada vez más (ACARICIANDO LOS PELUCHES QUE ESTÁN SOBRE LA CAMA Y HOJEA LIBROS Y REVISTAS. SORPRENDIDA PREGUNTA) ¿Y usted sabe leer?
PATI: ¡Claro mija! Yo estudié en tiempos de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Todos teníamos que estudiar. Llegué hasta cuarto grado y te aseguro que sé más que un bachiller de hoy. Sé un poco de inglés que aprendí en El Callao. También sé contar muy bien. Pesaba el oro de los mineros y les pagaba.
YULFRA: ¿Y estos libros?
PATI: Si te gustan te los presto. ¡Eso sí me los devuelves! Son de autoayuda de Paulo Cohelo y Carlos Fraga. ¡Mija, en esta vida uno tiene que auto ayudarse!
YULFRA: ¿Y cuando se enferme? ¿A dónde irá?
PATI: ¡Todo está fríamente calculado! Estoy pagando un seguro en una cooperativa, hasta la urna la tengo prepagada.
YULFRA: Señora Pati, ¿Cómo vino a parar a éste lugar?
PATI: Tuve que vender mi casa en El Callao, para poder terminar de pagarle la educación a los muchachos. Vendí los muebles, vendí el oro, prácticamente me quedé en la calle.
YULFRA: ¿Por qué no recurrió a sus hermanas o a los muchachos que crió, cuando se vio en esta situación?
PATI: Como te conté, vivir con mis hermanas no me gusta nada y los muchachos estos se pusieron pretenciosos cuando se graduaron y se casaron. Las mujeres me miraban con el rabo del ojo (SEÑALA NEGATIVAMENTE CON EL INDICE). Yo no les gustaba. No era la madre de ellos. Así que volví a ahuecar el ala, a los cincuenta años y ya tengo diecinueve años aquí viviendo.
YULFRA: Pero según usted me contó. Posee medios económicos, que puede reclamar y vivir mejor.
PATI: ¿Pero es que yo no vivo mal? ¿Tú crees que pudiera vivir mejor? ¿Qué es vivir mejor, mejor que qué? ¿Mejor como quien? ¿Mejor que tú? Yo pienso que vivo como me gusta y para mí eso es mejor.
YULFRA: ¡Volvemos a las andadas Pati! Además de recoger latas ¿Qué más hace?
PATI: ¡Tú eres más apretá que crinejita de negra! Tengo que contestarte tus preguntas, pero hace rato no me dices nada de ti ¡Te me haces la bolsa! Yo leo, camino en los parques, disfruto de las cosas buenas de la vida, en fin mija. Hago los años. Aquí trato de organizar a la gente, ya somos una comunidad grande. Hay más de medio millón de recoge latas y otros artículos, aquí en ésta ciudad. Por los momentos soy la presidente de la Asociación de Lateros. Admirada y respetada por todos mis amigos; me buscan para ayudarlos a resolver sus problemas.
YULFRA: Señora Pati ¿No le parece que aquí se le van los años más rápido?
PATI: ¡Que va mija! La gran mayoría de la gente de aquí vive largos años. No tienen angustias, ni porque preocuparse. Tienen tranquilidad, como yo, porque nada esperamos del futuro. Lo nuestro es presente, el pasado quedó borrado. ¡Mi corazoncito! ¿Qué más haces tú?
YULFRA: Pero es usted sola que es así. La gran mayoría están deteriorados y no viven bien. Yo vivo una vida sencilla, solo estudiar y trabajar, no tengo tiempo para mas nada… Lo que digo es que los demás no son ni piensan como usted, no ven esta vida tan buena.
PATI: Eso depende del lente con que se mire. Aquí la gente no se siente vieja. Sigue floreciendo en estos largos años. Estamos juntos y no nos sentimos abandonados. No estamos en un asilo siendo maltratados, ni con los hijos malagradecidos a los que les estorban. Somos libres y vivimos experiencias nuevas y profundas, que nos dejan algo bueno. Yo no me siento vieja.
YULFRA: ¿Le ofende que la llamen vieja?
PATI: (PENSATIVA) No me ofende. Estoy orgullosa de haber llegado a esta edad. Pero me parece que los que nos llaman así, son unos mal educados. Creo que la vejez va por dentro. Dos personas de edad se comportan diferentes aunque tengan los mismos años.
YULFRA: ¡OH! Lo veo y no lo creo. ¡Nunca pude imaginar que alguien pudiera vivir así!
PATI: ¿Así como? ¿Qué te parece malo?
YULFRA: Ese es el problema, que nada me parece malo, no sé que decir.
PATI: ¡Mejor no digas nada! No pago luz, ni agua, ni alquiler, ni impuestos y todo lo que gano lo guardo. Para darme mis gustos.
YULFRA: Pero usted anda vestida como una recoge latas.
PATI: ¡Claro! No me voy a poner los vestiditos que tengo para recogerlas. Me pongo estos monos viejos que me regalan y zapatos deportivos y mi gorra. La ropa es para ir al banco, al médico y a visitar a mis hermanas y salir a pasear con…….
YULFRA: ¿Y no tienen miedo de que los roben?
PATI: (CONTESTA RÁPIDO) ¡No, que va! ¿Ves aquel muchacho renco, que está allá en la punta? Ese es nuestro guardián, él nos cuida todo y nosotros le pagamos, tiene un revolver (SEÑALA CON LA MANO DERECHA PASANDOLA POR EL ANTEBRZO IZQUIERDO) así de grande, es ex recluso reformado. ¡Ese no deja entrar a nadie! ¿Es un perro bravo!
YULFRA: Señora Patricia ¿Cómo le va con la inseguridad y los malandros?
PATI: No me quedo hasta muy tarde en la calle. A los malandros los saludo y me respetan, piensan que soy, otra vieja loca, una pobre recoge latas ¿Pero sabes? Últimamente estoy tomando la Viagra, (RIE A CARCAJADAS) ¡Ja! ¡Ja! Ja! Como a uno no se le va para donde debe irse, se le va para las piernas y los pies y he agarrado fuercita, para correr por si acaso ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
YULFRA: ¿Y con la policía? ¿Qué piensan hacer que hay nuevo Alcalde?
PATI: ¡Nada! Yo no creo en promesas de políticos, ya viví tres repúblicas, como te dije ¡Y nada! ¡Todo igual! ¡El mismo barco atravesando el río!
YULFRA: ¿Y con la gente que le saca el cuerpo en la calle?
PATI: La gente solo ve la ropa y los reales. El otro día quise entrar a un Macdonal, con esta ropa de trabajo y el muchacho de la puerta llamó a un seguridad que me dijo: Nos reservamos el derecho de admisión. Al día siguiente me presenté vestida con un camisón y zapatos de tacón y el mismo hombre no hallaba como “jalarme bolas” para que entrara y me decía ¡Doña, pase adelante!
YULFRA: ¿Y las otras señoras? ¿Son como usted?
PATI: ¡Mija! ¡Cada cabeza es un mundo! (HACE UN CÍRCULO CON EL DEDO ALREDEDOR DE SU SIEN) ¡Cada loco con su tema! Aquí y en todas partes. Nadie es igual a otro. Hay unas que están locas y otras que se hacen. Aquí está una señora, que los hijos la echaron para la calle y ella todo lo que gana, sale corriendo a llevárselo. Yo creo que está pagando un Karma. Duerme en un poco de cartones, en el suelo, y anda toda sucia y hedionda. Hay locos que son peligros, pero tratamos de ayudarlos. Hacemos lo posible por conseguirles cama en los hospitales que quedan, para locos. Los alimentamos. La gente es muy solidaria.
YULFRA: Señora Pati ¿Cómo hace con las necesidades fisiológicas?
PATI: Tengo un pato, una bacinilla y una jarra con agua. Un tobo y un pipote con agua, para una emergencia. Solo orino por las noches en la casa. Mezclo el orine con agua y se lo echo a las matas.
¡No ves lo bellas que están las plantas que adornan esta orilla de la autopista! Defeco dos veces al día, en los baños de los parques, los restaurantes, las comisarías o los hospitales.
Me baño completa solo los domingos, en las duchas del parque del este, después que he caminado bastante, me lavo la cabeza con champú caro y a veces me voy a una academia de peluquería donde uno sirve de modelo y te peinan gratis.
YULFRA: ¿Y el sexo?
PATI: ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Ya no es igual que antes, pero si el tipo me agrada, hago lo que puedo donde pueda ¡A quien no le gusta un dulce! (SE RELAME LOS LABIOS CON LA LENGUA) Pero ahora tengo más cuidado, por lo del Sida, ¡Tu sabes! ¡Sin gorro no van pal baile! Claro que no es lo mismo pero ¿Qué se hace? Y a ti ¿Cómo te va?
YULFRA: No me gusta hablar de eso, pero como llegamos a un acuerdo le voy a contestar. Tengo dos años de casada y año y medio que no tengo relaciones con mi marido. ¿Señora Pati y la buscan los hombres todavía?
PATI: ¿Cómo es la cosa? Dijiste marido ¿Ese es lo que es un pendejo, una vaina que no sirve para nada. ¿Cómo es eso que no te acuestas con tu hombre? Esa mala vaina ¡No sirve para nada! ¿Cómo te calas esa, muchacha? ¿Por qué me dices esa palabra – Todavía ¿Y es que soy un esperpento? No estoy muerta, estoy viva, ¡Muy viva! ¿Sabes? Tengo novio.
YULFRA: ¿Novio?
PATI: Si, un español viudo que vive en la Candelaria. Vamos al cine, a restaurantes y a veces amanecemos en un hotelito de la Colonia Tovar. ¿Por qué no te divorcias?
YULFRA: No puedo divorciarme aún, hay muchos intereses ¿Sabe su novio quien es usted?
PATI: ¡Pero mija! ¿Quién soy yo? ¿Acaso no soy una mujer?
YULFRA: Sí, pero, digo… (PAUSA CORTA) ¿Conoce su profesión? ¿Sabe lo que usted hace?
PATI: ¡Pero! ¿Cuál profesión, muchacha! ¡Yo no tengo ninguna! ¡Que ridiculez!
YULFRA: Señora Patricia. ¿De volver a nacer que le gustaría cambiar en su vida?
PATI: Primero te voy a decir (PAUSA CORTA) que no me gusta perder el tiempo pensando pendejadas. El tiempo pasado no se puede cambiar Yo no tengo motivos para cambiar nada. Si volviera a nacer lo haría todo igualito. No me arrepiento de nada. ¡Lo haría por los siglos de los siglos!
YULFRA: ¿Qué espera de la vida?
PATI: ¡Nada! ¿Por qué tendría yo que esperar algo? Todo lo tengo, solo quiero morir con mi mente sana.
YULFRA: ¡Adiós señora Pati! ¡Cuente con una amiga! ¡Chao! ¡Algún día volveremos a vernos!
PATI: ¡Claro que sí! ¡Corazón! ¡Aquí te estaré esperando! ¡Dejaste tu grabadora y las notas sobre mi cama!
LA REPORTERA SE ACERCA A LA CAMA AGARRA LA GRABADORA Y DEJA EL CASSETTE, GUARDA LA GRABADORA EN SU CARTERA Y LE GUIÑA EL OJO A PATI
YULFRA: ¡Adiós amiga! ¡Chao!
PATI: ¡Toma mi mano! Para que te ayude a subir por las piedras
PATI EXTIENDE LAS MANOS PARA AYUDARLA A SUBIR.
UN JOVEN COMPAÑERO DE LA REPORTERA ASOMA LA CABEZA.
ESTUDIANTE: ¿Listo? Te demoraste bastante ¿Hiciste un buen reportaje?
YULFRA: ¡No pude! ¡Esa señora está loca, no me dijo nada!
LA REPORTERA SUBE Y VOLTEA A MIRAR A PATI Y LE GUIÑA UN OJO.
PATI: ¡Sinceramente! ¡Yo no comprendo a la gente! ¡Y dicen que yo soy loca! ¡No joda!
FIN
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