LAS CUATRO LUNAS

LAS CUATRO LUNAS

Cuento de Gladys Laporte
Allá en los comienzos de los tiempos, en tierras de los Huerenas, los hombres estaban muy cansados porque la luna y el sol vivían en un solo corrincho en el cielo, en el ratito que el sol se escondía detrás de la montaña, iban los hombres a acostarse pero la luna brillaba tanto que no tenía un momentito de oscuridad, para ellos descansar.
Los hombres enojados se fueron a hablar con Madre Naturaleza y le dijeron:
¡Madre Naturaleza hemos venido a pedirte que le pongas preparo a la Luna y al Sol, porque con ese desorden en que se la pasan no nos dejan dormir.
Madre Naturaleza les contestó:
¡Queridos hijos! Aun no puedo hacer nada, porque Luna y Sol son unos bebés, esperen mil años a que ellos hayan envejecido y se hagan más lentos, además las hermanas luna son cuatro niñas rocheleras que al ocultarse el Sol, las cuatro lunas, relumbran, como un solo Sol.
Los hombres se despidieron de Madre Naturaleza e hicieron una asamblea, donde decidieron, acabar con las lunas para que los dejaran dormir de noche.
Una comisión de huerenas fue hasta el Río Grande y le dijeron al Caimán:
¡Hermano Caimán! Cuando hermana Luna venga a bañarse en tus aguas ¡Cómetela!
Así lo hizo el Caimán y cuando la luna se metió en sus aguas, le lanzó tan gran mordisco, que le arrancó toda la parte de abajo, la Luna salió corriendo hacia el cielo y podemos ver aquel trocito de luna con los cachitos para abajo y cuando la vemos en noche oscura la llamamos Cuarto Creciente.
Pero al día siguiente los hombres se dieron cuenta que aún quedaban tres lunas completas, entonces mandaron una comisión hasta el mar y allí por los lados de Carenero fueron a hablar con el Tiburón y le dijeron:
¡Hermano Tiburón! Cuando la luna se meta en tus aguas ¡Cómetela!
Así lo hizo el tiburón y cuando la hermanita luna vino a darse un chapuzón en las marineras aguas ¡Zas! El tiburón le lanzó tan gran mordisco, que le arrancó la cabeza y parte del cuerpo y solo le dejó un par de cachitos hacia arriba. Cuando los hombres la ven en la noche oscura le dicen Cuarto Menguante, volvieron los hombres a pasar esa noche y se dieron cuenta que aún quedaban dos lunas completas, la Luna Nueva y la Luna Llena, entonces se fueron a la selva y le dijeron al Tigre:
¡Hermano Tigre! Cuando hermana luna se meta en la selva ¡Cómetela!






Y así lo hizo el tigre, pero no solo le lanzó dentelladas, sino que la desgarró toda y parte de su cuerpo quedó prendido en los ramajes de los árboles y la parte restante subió al cielo en millares de trocitos fulgurantes y se convirtieron en estrellas y centelleantes luceros. Las que quedaron en los árboles y matas se volvieron cocuyos, luciérnagas, baticabezas,. gusanos de luz y libélulas que relumbran en las noches más oscuras recordándole a los hombres, como se convirtió la Luna Negra. Esta es la única luna que puede tener hijos porque las otras son estériles. La verdadera Luna Madre es la que podemos ver, cuando hay eclipses, cada setenta años más o menos. Se aparea con el sol y pare una estrella quien a medida que crece se va alejando y forma un nuevo universo. Y me preguntaran:
-Abuelita ¿Que pasó con la luna llena? ¿La hermosa luna que vemos?
-¡Ah! ¿Esa? Esa se salvó, pero se quedó soltera por eso que todos los enamorados la aman y los perros amarillos la persiguen, cuando se sienten tristes y solitarios.
El Sol quedó más cerca de la Luna Negra, a quien amaba con toda su alma de gran estrella.
Esta luna que vemos, fue salvada por la mujer que hace el Casabe del pueblo Huerena, quien viendo que los hombres, acabaron con las lunas la ocultó en una cesta por si los hombres intentaban buscarla la confundieran con una gran torta de casabe y por eso solo la deja salir cada veintiocho días después que se asoma su hermana de los cachitos para arriba, entonces la casabera suelta la gran torta que de noche nos desvela, después sale la hermana con los cachitos para abajo y en las noches más oscuras cuando pululan las estrellas, escondida detrás de ellas aparece la amada madre Luna Negra.
Cuando la luna negra y el sol hacen el amor, los hombres no deben mirarla porque como castigo quedan ciegos, les hombres discretos no curiosean cuando una pareja se está amando, aún cuando estén en el centro del cielo algunos irrespetuosos inventaron llenar pocitos de agua para verlos como si fueran espejos y otros abrieron huequitos chiquitos en las hojas para mirar al sol y a la luna negra cuando se besan.
Cuando yo era chiquitica la Luna Llena andaba con su sobrina, Lucera, pero, después del eclipse se han dado cuenta mis nietecitos que la Luna carga a dos sobrinas gemelas.
¡Y Colorín Colorao, este cuento ha acabao!

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ESTE ES EL OTRO CUENTO PREFERIDO DE AMANDA PERO YA ESTABA MÁS GRANDE TENÍA COMO SIETE AÑOS Y ME DECÍA QUE LO QUE MÁS LE GUSTABA ERA EL AMOR QUE SENTÍA EL SOL POR LA LUNA Y LAS SOBRINITAS DE LA LUNA

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